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¿Estamos ante la quinta revolución industrial?

26/08/2024 Categorías: ActualidadTransformación Digital
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Las revoluciones industriales han transformado profundamente nuestra forma de trabajar. La primera revolución, con la máquina de vapor, cambió los métodos de producción fomentando el trabajo en fábricas. La segunda revolución introdujo la electricidad, lo que permitió la producción en cadena. La tercera revolución trajo consigo la automatización con los ordenadores. Y, en la actualidad, Internet y las energías renovables han modificado radicalmente la relación de las personas con el lugar de trabajo.

No obstante, ante la irrupción de la inteligencia artificial, muchos se preguntan: ¿estamos ante lo que podría ser la quinta revolución industrial?

A diferencia de la Industria 4.0 o cuarta revolución, la Industria 5.0 busca aumentar el potencial de esta transformación digital y basarla en una colaboración entre humanos y máquinas mucho más eficiente y significativa. Así, la quinta revolución industrial consiste principalmente en la apuesta por las industrias de valor, centradas en el ser humano y en la interconexión entre procesos, sistemas y máquinas.

Pero, ¿de qué forma va a cambiar la manera en la que operamos las empresas?

La IA ya está cambiando la composición de la fuerza laboral y redefiniendo la jornada laboral a través de tres transformaciones clave: automatización, eficiencia y adaptabilidad. Estas transformaciones prometen cambiar no solo cómo trabajamos, sino también dónde y de qué manera llevamos a cabo nuestras tareas diarias.

AUTOMATIZACIÓN

Con la integración de la inteligencia artificial, las tareas empresariales se están automatizando a un ritmo sin precedentes. La IA no solo simplifica procesos complejos, sino que también transforma las tareas repetitivas en operaciones más eficientes. Según un estudio de McKinsey, la automatización impulsada por IA podría incrementar la productividad global en un 1,4 % anual. Este análisis subraya el potencial significativo de la IA para revolucionar las prácticas laborales, reduciendo la carga de trabajo manual y permitiendo a los empleados concentrarse en tareas de mayor valor, lo que supondrá una notable reducción de las funciones administrativas y de atención al cliente.

De hecho, la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. espera que esta tendencia continúe, proyectando descensos del 5 % en puestos de atención al cliente y del 10 % en puestos de secretaría para 2032. No obstante, la necesidad de especialistas en tecnología y otros profesionales seguirá creciendo, lo que conducirá a un crecimiento general del empleo.

EFICIENCIA

La eficiencia, en este sentido, se refiere al uso de la tecnología para ayudar a las personas a trabajar de forma más eficaz y optimizar la manera en que realizan sus tareas cotidianas. Gracias al uso de la IA, se busca no solo mejorar la rapidez con la que se completan las tareas, sino también aumentar la calidad del trabajo realizado, asegurando que cada proceso sea más efectivo y menos propenso a errores. Esto, a su vez, puede llevar a una mayor satisfacción en el entorno laboral y a una notable reducción en el uso de recursos innecesarios.

Por poner un ejemplo, la invención del telégrafo revolucionó la comunicación a larga distancia, permitiendo enviar mensajes a través de grandes distancias en minutos en lugar de días o semanas, como era el caso con el correo tradicional. Del mismo modo, en la actualidad, la IA está transformando la forma en que se realizan las tareas diarias. Estos asistentes no solo facilitan la escritura, sino que también optimizan desde la planificación de reuniones hasta la gestión del correo electrónico.

Por ende, no es sorprendente que, a medida que avance la tecnología, los ordenadores ayudarán en un número cada vez mayor de tareas empresariales. Este cambio será una transformación esencial en las funciones de numerosos empleados. Con la reducción del tiempo dedicado a tareas rutinarias y administrativas, habrá más espacio para enfocarse en actividades creativas y colaborativas. Esta nueva dinámica no solo aumentará la eficiencia, sino que también fomentará un ambiente de trabajo más dinámico, permitiendo que los trabajadores exploren nuevas áreas y desarrollen habilidades que antes no tenían oportunidad de cultivar, las cuales cobrarán una nueva relevancia en el mundo empresarial.

ADAPTABILIDAD

La capacidad de adaptabilidad se ha convertido en una competencia crucial para las empresas en la era de la inteligencia artificial. Según un estudio de McKinsey & Company, la adaptabilidad organizacional es un predictor clave del éxito en la adopción de nuevas tecnologías, incluida la IA, y las empresas que fomentan una cultura flexible y ágil pueden obtener una ventaja competitiva significativa (McKinsey & Company, “How to be a digital leader”, 2023).

A medida que la IA avanza a pasos agigantados, está transformando los procesos y las dinámicas de trabajo, requiriendo que las empresas y los empleados se adapten continuamente a nuevas herramientas y métodos. Esta versatilidad se convierte en una necesidad crítica, ya que la integración de la IA cambiará de manera significativa los roles, las habilidades requeridas e incluso las infraestructuras.

De hecho, la pandemia ya evidenció que, aunque parte del trabajo puede realizarse en remoto, la colaboración y la interacción en persona son invaluables. Con la estabilización de los modelos de trabajo híbridos, el enfoque en la oficina se está desplazando hacia la colaboración y la conexión informal, requiriendo una variedad de espacios bien diseñados. Esta tendencia se refleja en el aumento del 44 % en la cuota de espacio de colaboración en oficinas por parte de algunos clientes de CBRE en solo dos años, y la importancia de la oficina como un centro de interacción se intensificará aún más a medida que la inteligencia artificial permita a los trabajadores centrarse en tareas colaborativas.

Como consecuencia, el lugar de trabajo tendrá que evolucionar para seguir siendo relevante y estimular la innovación, la creatividad y la inspiración, logrando atraer y retener el talento.

En Conclusión

Hoy en día, son muchas las organizaciones que ya están adaptándose a estas tendencias y se posicionan fuertemente para enfrentar los cambios que la tecnología emergente traerá al entorno laboral.

La quinta revolución industrial ya ha comenzado, y al igual que en las anteriores, solo aquellas empresas que logren adaptarse a este nuevo entorno inteligente lograrán afianzar su posición en el mercado y mejorar su competitividad.

Al fin y al cabo, adoptar la inteligencia artificial no es una opción, sino una necesidad que ya está aquí. En esta nueva era tecnológica, la integración efectiva de la inteligencia artificial en nuestros procesos es crucial; no se trata solo de adaptarse, sino de aprender a trabajar en armonía con estos sistemas avanzados para lograr una interconexión dinámica entre personas, máquinas y tecnologías.