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La revolución inteligente de la industria: un relanzamiento necesario

25/07/2024 Categorías: Transformación DigitalOficina Acelera Pyme de Navarra
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En un mundo y una economía cada día más dinámicos y digitales, el sector industrial se enfrenta a grandes retos: cumplir las expectativas de un cliente cada vez más digital, reducir el consumo de los recursos del planeta para asegurar su sostenibilidad y aplicar inteligentemente nuevas tecnologías con una evolución exponencial.

No cabe duda de que los desafíos son grandes y múltiples. La velocidad a la que avanzan las innovaciones tecnológicas puede resultar abrumadora, pero no hay que olvidar que las organizaciones tienen sus propios ritmos y necesitan procesar toda la información que reciben, identificar oportunidades y planificar las actuaciones. 

La determinación con la que el equipo directivo aborde este proceso de reflexión, la colaboración entre todos los actores implicados y la incorporación de talento serán los aspectos clave que permitan a la empresa obtener los resultados deseados.

En los últimos tiempos, la Inteligencia Artificial ha irrumpido como la gran esperanza de las organizaciones que de la noche a la mañana les va a permitir ser más eficientes, productivas y resolver todos sus males. Por desgracia esto no va a ser así, y si queremos beneficiarnos de ella primero hay que entenderla y luego aplicarla adecuadamente.

Básicamente la IA es la capacidad que tienen las máquinas para realizar ciertas funciones que hacemos los humanos de manera más rápida, con alto grado de precisión y con posibilidad de aprender e interactuar con el entorno.

Por tanto, según la habilidad que tengan las organizaciones para “enseñar” a su IA, podrán obtener el máximo potencial y conseguir que el negocio sea más eficiente y rentable. Y de nuevo el papel de los lideres será fundamental para determinar qué tareas son susceptibles de liberar a las personas para que las hagan los algoritmos.

Y en este contexto, la gestión del conocimiento se convierte en algo estratégico, tanto para extraer todo el know-how de la organización como para generar nuevo conocimiento utilizando herramientas de IA generativa como las que están apareciendo últimamente.

Identificamos tres pilares en los que basarse para poder realizar una transición exitosa hacia una industria inteligente: Estrategia, Tecnología y Personas.

Desde la Estrategia debemos analizar la situación de la empresa y su entorno competitivo, definir el modelo de negocio y los objetivos corporativos, y hacer seguimiento de las tendencias tecnológicas que pueden suponer una ventaja competitiva para la empresa. La implantación de tecnología no debería ser un objetivo por sí mismo, sino la palanca en la que apoyarnos para conseguir los resultados deseados. Y como no podría ser de otra manera, la IA está destinada a ser una fuerza transformadora para nuestras estrategias empresariales

De la Estrategia debe salir un plan para la ejecución de aquellos proyectos que den respuesta a las necesidades y oportunidades identificadas, y desplegarlos en tiempo y forma. La ejecución de proyectos de corta duración y de pocos recursos necesarios (Quick Wins), con personas liberadas para ello y con un impacto medible en la organización, servirán de ejemplo y motivación para nuevos proyectos y de este modo iniciar la escalada digital que acabe llegando a todas las áreas de la empresa.

No es habitual que una empresa tenga todo el conocimiento y capacidades necesarias para poder ejecutar proyectos de carácter tecnológico. Continuamente están apareciendo nuevas tecnologías y herramientas digitales, y es muy difícil estar al día de todas estas novedades. Por ello la importancia de acompañarse de los proveedores adecuados que nos aporten todo el conocimiento y asesoramiento necesario para realizar una implantación exitosa. Tampoco se debe descartar formar alianzas con otras organizaciones para afrontar proyectos más complejos.

Este socio debe ser un agente que, más allá de comprender las particularidades y necesidades de nuestra empresa, nos guie en el diseño de la solución más adecuada, seleccione las tecnologías y herramientas que supongan una ventaja competitiva para nuestra organización y nos acompañe en el proceso de implantación desde la definición del alcance hasta el seguimiento de los resultados.

Por último, y quizá lo más importante, deberemos invertir en la capacitación digital de nuestro personal y mantener su motivación para la aceptación de los cambios que se están generando. Son ellos quienes realmente llevarán a cabo el “relanzamiento” necesario que nos permite conseguir una verdadera transformación digital.

Es ineludible que cualquier proceso de cambio requiere pasar por las diferentes etapas que lo componen, la llamada gestión del cambio. De las primeras fases lógicas de negación y resistencia al cambio, pasaremos a fases de aceptación al comprobar que los nuevos desarrollos de verdad mejoran la eficiencia y productividad. A la última fase de compromiso, donde los propios empleados son prescriptores de los procesos de automatización y digitalización y son ellos mismos los que los demandan.

Mirar hacia otro lado y no querer darse cuenta de que la transformación digital ya está aquí, lastrará nuestra competitividad y perderemos grandes oportunidades que otros aprovecharán. La revolución inteligente de la industria no es una opción, es un tren que ya se ha puesto en marcha y solo queda subirnos a él. La industria, como el ave fénix, debe renacer de sus cenizas para emprender un nuevo vuelo hacia horizontes marcados por la innovación, la eficiencia y la competitividad. Al final, aquellos que se atrevan a adoptar valientemente las nuevas tecnologías no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en un vertiginoso futuro que ya está aquí.

Gonzalo Franco Garro

Director de Transformación Digital de Fundación Industrial Navarra